
Exasesor de seguridad de Trump, Mike Waltz, bajo escrutinio del Senado

El exasesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, Mike Waltz, defendió el martes el uso de un chat grupal para discutir planes militares, al enfrentar una audiencia en el Senado para ser ratificado como embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
Waltz fue destituido de su cargo a principios de mayo, debilitado por las revelaciones de un periodista de la revista The Atlantic que había sido añadido por error a un grupo de discusión sobre inminentes ataques estadounidenses contra los rebeldes hutíes en Yemen.
En el grupo, que funcionaba en el servicio de mensajería Signal, había miembros de la administración Trump, como el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el vicepresidente JD Vance. También otros altos funcionarios, entre ellos los jefes de inteligencia y de la CIA.
En el grupo se compartió el progreso en tiempo real de los ataques estadounidenses.
Este importante fallo de seguridad causó indignación y sacudió a la clase política, aunque la administración Trump trató de restarle importancia al asunto.
"Seguimos las recomendaciones e incluso la exigencia de utilizar mensajería cifrada, pero no se compartió información clasificada", dijo Waltz, que fue interrogado por varios senadores demócratas de la Comisión de Asuntos Exteriores.
El senador demócrata Cory Booker, en particular, deploró la "falta de liderazgo" y las "mentiras" del funcionario.
Nominado embajador de Estados Unidos ante la ONU, un cargo que requiere la aprobación del Senado, Waltz exigió una reforma profunda de la organización.
"Las Naciones Unidas están infladas y ahora cuentan con más de 80 agencias cuyas misiones se superponen y desperdician recursos", declaró durante la audiencia. "Si soy confirmado en mi cargo, insistiré en la transparencia, siguiendo el ejemplo del plan de reforma de la ONU del secretario general Antonio Guterres, que incluye una reducción del 20% en el personal", afirmó.
También prometió combatir el presunto antisemitismo en la ONU y pidió el desmantelamiento de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.
Además, se comprometió a trabajar para reformar las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, señalando que "estas misiones cuestan miles de millones de dólares".
S.M.Riley--TNT