
Representante de EEUU en Cuba multiplica visitas a disidentes e irrita al gobierno

De un extremo a otro de Cuba, el representante de Estados Unidos, Mike Hammer, recorre la isla para conocer de primera mano la situación de disidentes, en encuentros que documenta con numerosas fotos en redes sociales. El gobierno cubano lo acusa de actuar como activista antigubernamental.
El jefe de la misión diplomática, que llegó a Cuba en noviembre de 2024, ha visitado a defensores de derechos humanos, madres de presos políticos y periodistas independientes acosados, entre decenas de personas que suelen estar vigiladas por las autoridades.
La embajada de Estados Unidos publica en X abundantes fotos de estas reuniones, contrastando con la discreción que mantuvo el antecesor de Hammer.
"Estoy recorriendo Cuba porque sé que en mi experiencia de diplomático de más de 35 años (...) es muy importante para entender un país y su pueblo, de viajar y visitar todas las provincias", dice el diplomático en un fluido español, mientras camina sonrojado por las calurosas calles de La Habana, en un video difundido por la embajada.
Hammer fue antes embajador en Chile y República Democrática del Congo.
En febrero viajó 1.000 kilómetros hasta Santiago de Cuba (este), para encontrarse con el histórico disidente José Daniel Ferrer, sólo dos semanas después de que fuera liberado.
Ferrer fue excarcelado en enero con un grupo de 553 presos liberados en el marco de un acuerdo negociado durante el mandato del expresidente Joe Biden, pero en abril volvió a prisión.
Hammer también estuvo en Santa Clara (centro) con Guillermo "Coco" Fariñas, galardonado con el premio Sajarov 2010 por el Parlamento Europeo, y en la capital con Martha Beatriz Roque, laureada en 2024 con el Premio Internacional a Mujeres de Coraje que concede Estados Unidos.
- "Hay instrucciones" -
Michael Shifter, del centro de reflexión Diálogo Interamericano, afirma que las actividades de Hammer no son un estilo personal, sino una línea marcada por el Departamento de Estado, con Marco Rubio al frente, un cubano-estadounidense férreo opositor del gobierno comunista de Cuba.
"Hay instrucciones al embajador Hammer para hacer estas visitas con más frecuencia y visibilidad", señala Shifter.
El domingo de Ramos, Hammer acompañó a la iglesia a Berta Soler, líder de las Damas de Blanco y a quien casi cada fin de semana se le impide asistir a misa. Poco después, Soler fue detenida por horas. Washington no tardó en reaccionar.
"Nos indigna saber que el régimen cubano detuvo a Berta Soler", dijo en X la oficina de asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado, posteando una foto de ambos en la iglesia.
La embajada continuará reuniéndose "con quienes defienden los derechos humanos, las libertades fundamentales y la dignidad humana", refirmó esa oficina.
La respuesta del gobierno ha sido endurecer su postura con disidentes. "Los arresta, los hostiliza" e impide que el embajador les suba el perfil, estima Arturo López-Levy, investigador cubano de la Universidad de Denver, en Estados Unidos.
El 29 de abril, el mismo día en que la justicia cubana puso nuevamente tras las rejas a José Daniel Ferrer y a su compañero de lucha, Félix Navarro, el gobierno denunció la actitud del diplomático estadounidense.
- Evitar una escalada -
"¿Tiene Cuba derecho a protegerse de la agresión estadounidense, a oponerse a que el jefe de la diplomacia estadounidense en La Habana sea un activista que anima a los cubanos a actuar contra su país, a aplicar leyes contra quienes actúan como agentes de una potencia extranjera hostil? Esa es la cuestión", señaló el viceministro de Relaciones Exteriores cubano, Carlos Fernández de Cossío en X.
Otro alto funcionario dijo que Hammer viola la convención de Viena y el acuerdo de restablecimiento de relaciones diplomáticas de 2015, acusándolo de injerencista.
Sin embargo, los analistas coinciden en que La Habana evitará una escalada.
"Lo más probable es que la respuesta del régimen esté contenida, dada la gravedad de la crisis económica que atraviesa Cuba y su interés en evitar riesgo de provocar sanciones más duras", dijo Shifter a AFP.
Según López-Levy el dilema de Cuba "es mantener la embajada abierta sin permitir que se convierta fundamentalmente en una plataforma de subversión" y esperar a una nueva administración en Washington que quiera "retornar al rumbo distensivo".
R.Hawkins--TNT