The National Times - Solicitantes de asilo viven con temor las manifestaciones antiinmigración en Londres

Solicitantes de asilo viven con temor las manifestaciones antiinmigración en Londres


Solicitantes de asilo viven con temor las manifestaciones antiinmigración en Londres
Solicitantes de asilo viven con temor las manifestaciones antiinmigración en Londres / Foto: © AFP/Archivos

En la capital británica, varios hoteles que alojan a solicitantes de asilo han sido atacados durante manifestaciones antiinmigración, lo que genera temor entre quienes se hospedan allí y también en los residentes.

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La entrada del hotel Thistle Barbican, que alberga a unos 600 solicitantes de asilo, en el centro de la capital, está protegida por barreras de acero y tablas de madera.

"No me siento seguro porque la gente piensa que somos sus enemigos", declara uno de los solicitantes de asilo a la AFP, que prefiere mantener el anonimato.

Este hombre africano ha estado alojado allí dos años mientras se examina su solicitud de asilo, debido a la obligación del gobierno británico de proporcionarle un techo.

Pero "en los últimos dos meses, la gente ha cambiado", dice, sintiendo una hostilidad creciente tras las últimas manifestaciones en Inglaterra.

Las protestas comenzaron frente a un hotel en Epping, al noreste de Londres, donde un solicitante de asilo alojado allí fue acusado de haber intentado besar a una adolescente de 14 años, por lo que fue condenado por agresión sexual la semana pasada.

La indignación también creció en las redes sociales, con publicaciones que acusaban a los migrantes de estar alojados en hoteles de lujo y de beneficiarse de ventajas que no tienen los británicos.

"No estoy aquí para atacar a mujeres o niños, sino para obtener protección", dice a la AFP este solicitante de asilo.

Los inquilinos del hotel están "asustados", coincide Mo Naeimi, refugiado iraní de 29 años, que en el pasado estuvo alojado allí y trabaja para una asociación que ayuda a solicitantes de asilo.

En el exterior del hotel, manifestantes pintaron la bandera de Inglaterra (la cruz roja de San Jorge sobre fondo blanco) en muros o cabinas telefónicas.

En las últimas semanas, las enseñas inglesa y británica se han multiplicado por el país, una demostración de patriotismo alimentada por la extrema derecha y vinculada a estas manifestaciones antiinmigración.

Las protestas tienen lugar en un momento en que el gobierno laborista de Keir Starmer lucha por contener las llegadas de inmigrantes cruzando el Canal de la Mancha de forma clandestina.

Más de 30.000 migrantes llegaron en pequeñas embarcaciones este año.

- "Tensión palpable" -

Frente al Thistle Barbican, un comerciante pakistaní, que llegó a Londres hace 20 años, ha colgado la bandera inglesa en el escaparate de su negocio.

La razón que aduce es que quiere proteger su comercio y a sus empleados inmigrantes de los manifestantes. "No soy blanco, por supuesto que tengo miedo", confiesa este hombre de 45 años a la AFP.

"Podrían venir a romper las ventanas y atacarnos a nosotros en lugar de a los solicitantes de asilo", dice.

En el este de la capital, el distrito financiero de Canary Wharf también se vio sacudido por manifestaciones tras el anuncio, en julio, de que el hotel Britannia iba a alojar a solicitantes de asilo.

Cuando Britt-Marie Monks, comerciante de 43 años, que vive cerca, se enteró de la noticia, su "corazón se detuvo", cuenta a la AFP.

Esta madre de familia dice desconfiar tanto de los solicitantes de asilo alojados como de las personas que acuden a mostrar su ira frente al hotel, por lo que evita pasar junto a él.

Andrew Woods, exconcejal, considera que la presencia del hotel ha "dividido" a los residentes.

Durante una manifestación, estallaron enfrentamientos con la policía en un centro comercial de lujo del distrito financiero, con cuatro personas detenidas.

"Es el último lugar donde esperaría que ocurriera", afirma Ziaur Rahman, experto en informática que vive y trabaja en Canary Wharf.

Para Britt-Marie Monks, se trata de ciudadanos frustrados que quieren que el gobierno preste atención primero a sus propios problemas.

Pero Mo Naeimi teme que los solicitantes de asilo sirvan de chivos expiatorios, en un momento en que las condiciones de vida se deterioran para una parte de los británicos.

"Esto va a intensificarse", predice Britt-Marie Monks, que dice sentir "una tensión palpable".

E.Cox--TNT