The National Times - Coventry, para siempre la primera mujer al mando del movimiento olímpico

Coventry, para siempre la primera mujer al mando del movimiento olímpico


Coventry, para siempre la primera mujer al mando del movimiento olímpico
Coventry, para siempre la primera mujer al mando del movimiento olímpico / Foto: © AFP

Mejor nadadora africana de la historia, primera mujer al frente del deporte mundial, la zimbabuense Kirsty Coventry ha superado numerosas barreras hasta convertirse, a los 41 años, en la segunda persona más joven que preside el Comité Olímpico Internacional (COI), sólo por detrás de su fundador Pierre de Coubertin.

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La séptuple medallista olímpica en natación, que barrió a sus seis rivales en las presidenciales del COI en marzo, ganando en la primera vuelta, mantiene el misterio: ¿Qué tipo de dirigente será, luego de haber hecho una campaña sin propuestas concretas?

"El poder transformador del deporte va más allá de las palabras: lo he visto y lo he vivido", declaró Coventry en enero, dando como siempre a su recorrido personal un alcance político.

Al frente desde el lunes de la instancia olímpica de Lausana, la exministra de Deportes ha forjado su destino en un Zimbabue al margen del núcleo mundial, tanto deportivo como político: lejos del trío de países que domina la natación (Estados Unidos, Australia y China) y a 10.000 km del COI, que siempre estuvo presidido por un hombre occidental (ocho europeos y un estadounidense).

La niña de Harare, perteneciente a la minoría blanca dominante y cuyos padres dirigían una empresa química, creció en un ambiente deportivo: su madre y su abuela jugaron al tenis, su abuelo presidió la federación de natación, varios de sus tíos representaron a Rodesia (en natación y boxeo) antes de la independencia del país africano en 1980.

- Del sueño olímpico al exilio -

"Siempre he sido muy competitiva, al punto de ser excluida de las partidas de cartas en familia porque no soportaba perder", reconoció tras su elección esta mujer alta, rubia, con un porte atlético intacto y de apariencia relajada.

Comenzó a nadar a los dos años y entró en un club con seis, por lo que el agua siempre ha sido un medio familiar para ella, aunque la falta de piscinas cubiertas en su país, le llevó a practicar "el hockey sobre hierba, el cross y el tenis" durante el invierno.

Fascinada por los Juegos de Barcelona en 1992, la niña prometió a sus padres que un día iría "a unos Juegos y ganar una medalla de oro para Zimbabue", un país entonces sólo contaba con un título olímpico, en 1980 en el hockey femenino.

"Sonrieron y me dijeron que se necesitaba mucho trabajo, sacrificios, levantarse muy pronto. Dije que de acuerdo. Pero tenía 9 años, ¿qué podía saber yo?", bromeaba en marzo la excampeona, que a los 16 años ya fue semifinalista olímpica de los 100 m espalda en Sídney.

Como tantos otros deportistas del mundo, el camino a la cima pasó por el exilio: al año siguiente recibe una beca universitaria para ir a estudiar a Auburn (Estados Unidos), donde pasará de los entrenamientos en solitario a un grupo de alto nivel, y descubre la efervescencia del campeonato universitario NCAA.

- Acoso y estadios en ruina -

La consagración llegaría cuatro años más tarde en Atenas, con el oro en los 200 m espalda, la plata en los 100 m espalda y el bronce en los 200 m estilos.

En Pekín 2008 sumaría a su palmarés otros cuatro metales, un oro en su prueba fetiche (los 200 m espalda) y tres platas (100 m espalda, 200 y 400 m estilos).

Entró en 2013 en la comisión de deportistas del COI y, tras poner fin a su carrera deportiva en Rio 2016, comenzó su andadura política, siendo nombrada ministra de Deportes en 2018 por el presidente Emmerson Mnangagwa, sucesor de Robert Mugabe.

Interrogada por el carácter autoritario del régimen, Coventry subrayó que formaba parte de un grupo de siete ministros "no afiliados" al partido gubernamental creado tras la independencia (el Zanu PF) y que se concentraba "en lo que podía cambiar".

Recién llegada, luchó contra el acoso sexual en el seno de la federación de hockey y luego la de fútbol (contra mujeres árbitros), asumiendo la suspensión decretada por las instancias internacionales por "interferencia gubernamental" - tres meses para el hockey, 18 meses en el fútbol - que privó a los aficionados de sus selecciones.

"Fue la decisión correcta (...) Hay ciertas cosas que me preocupan profundamente y que nunca toleraré", aseguró en marzo la mujer más poderosa del deporte mundial.

- Elemento de "unión" -

No logró, en cambio, adecuar los estadios del país a las normas FIFA, al punto que la selección de fútbol sigue jugando sus partidos como local en el extranjero, y su gran proyecto de ley sobre la integridad (dopaje, acoso, manipulación de las competiciones) sigue sin ser aprobado más de tres años después de su elaboración.

Preocupada por "unir" a todo el movimiento olímpico, Coventry ha citado para el martes al centenar de miembros del COI para redactar juntos su "nueva hoja de ruta", antes incluso de presidir su primera comisión ejecutiva.

Esta madre de dos niñas, la segunda nacida durante la campaña, cuenta también trabajar por la paridad entre hombres y mujeres "entre los entrenadores y los dirigentes deportivos", después de que tras ser elegida homenajease a las "mujeres increíbles" que le precedieron.

Con la voz entrecortada por la emoción, Coventry recordó a la estadounidense Anita DeFrantz, primera candidata a unas elecciones en el COI en 2001 y que, enferma´, acudió a apoyarla con un caminador.

"Fue mi inspiración, una mentora desde que entré" en el COI, dijo.

S.Lee--TNT