
El presidente del Gobierno español responde a las demandas de dimisión con un plan anticorrupción

El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, enfrentado a un gran escándalo de corrupción en su partido, anunció este miércoles la puesta en marcha de un plan anticorrupción que no bastó para acabar con las demandas de dimisión de la oposición ni con las dudas de sus aliados.
Entre las 15 medidas enumeradas por el jefe del Gobierno en el Congreso de los Diputados figuran la creación de una "agencia de integridad pública independiente", el uso de inteligencia artificial para detectar "indicios de fraude" en la plataforma de adjudicación de contratos públicos, controles aleatorios del patrimonio de altos funcionarios y un refuerzo de la protección de los denunciantes.
Sánchez narró que se planteó dimitir por los escándalos de corrupción que afectaron a su partido, pero que decidió "continuar". "Quiero decirle a los ciudadanos y a sus señorías que no voy a tirar la toalla y que vamos a continuar", dijo Sánchez.
La oposición, dijo Sánchez, se apresuró a "exigir de nuevo elecciones anticipadas y mi dimisión. Y he de decirle, señorías, que francamente, yo mismo he considerado estas opciones en los primeros momentos de esta crisis".
- El PSOE, una "organización criminal" -
Sánchez compareció para dar explicaciones al Congreso por el encarcelamiento la semana pasada de su ex número tres, Santos Cerdán, por un caso de mordidas a cambio de obras públicas que implica también a su ex ministro de Transportes José Luis Ábalos. Ambos fueron muy cercanos a Sánchez y determinantes en su ascenso al liderazgo socialista y, en 2018, al poder.
Lo más dañino para el PSOE fue la publicación de unas grabaciones de conversaciones en las que los presuntos implicados abordan el reparto de mordidas por obras públicas, o las cualidades de unas prostitutas.
El fin de semana pasado se conoció además la renuncia de un estrecho colaborador de Sánchez, Francisco Salazar, que iba a formar parte de la nueva dirección del partido en la reestructuración tras la salida de Cerdán, acusado de "conductas impropias" de carácter sexual por varias mujeres socialistas, en un artículo en el medio digital eldiario.es.
Además, el hermano y la esposa de Sánchez son también objeto de investigaciones judiciales por tráfico de influencias y trato de favor.
En el turno de réplicas al discurso de Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, el líder del Partido Popular, el primero de la oposición, rechazó las explicaciones del presidente del Gobierno y calificó a los socialistas de "organización criminal".
"Todos estos años han operado como una organización criminal", dijo el dirigente conservador, tildando a Sánchez de "político destruido" y reclamándole una vez más que adelante las elecciones.
"No vino a limpiar nada, sino a ensuciarlo todo: su partido, la política y la nación de la que ya no es digno representante", añadió Núñez Feijóo, dirigiéndose a Sánchez.
"¿Cómo va a sacarnos usted de esta pesadilla si usted nos metió en ella? Lo mejor para usted es confesar todo lo que sabe, ayudar a devolver el botín y convocar elecciones", concluyó el líder de la oposición.
- Los aliados de Sánchez le advierten -
Los socialistas están en minoría en el Congreso, y Sánchez gobierna gracias al apoyo de la extrema izquierda y los nacionalistas vascos y catalanes, que le advirtieron que el momento es delicado y las explicaciones recibidas hasta ahora insuficientes.
"Usted es honrado, pero la ciudadanía progresista está angustiada. Está angustiada, está angustiada por la corrupción y está angustiada porque no quieren que gobiernen las derechas en España", dijo Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y líder de Sumar, el movimiento de extrema izquierda que gobierna con los socialistas.
Si el escándalo "escala, (...) le vamos a obligar a que la gente decida", dijo Gabriel Rufián, del partido secesionista catalán ERC, amenazando con obligarle a convocar elecciones.
V.Allen--TNT